``Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz´´ Agatha Christie
La maternidad y la paternidad es una dura tarea y es habitual que surjan dificultades a la hora de educar a nuestros hijos. Los niños y niñas experimentan cambios a lo largo de su desarrollo y en algunos casos desarrollan comportamientos que pueden preocupar a los padres y madres.
¿Cómo actuar cuando mi hija o hijo no quiere ir al colegio? ¿Cómo gestiono sus cambios de humor? ¿Qué le ocurre?
La terapia psicológica infantil puede ayudar a padres, madres y menores a desarrollar conductas saludables que permitan disfrutar de una infancia saludable. Respondamos primero a unas preguntas sobre la terapia infantil.
QUÉ ES LA TERAPIA INFANTIL
La terapia psicológica infantil posee una serie de particularidades que conviene tener en cuenta. En primer lugar, son los padres y madres los que solicitan ayuda del profesional y no el niño y la niña. Esto es especialmente importante y es algo que tenemos muy en cuenta a la hora de trabajar con los más pequeños. Que no soliciten ayuda no significa que no la necesiten ya que a menudo ellos mismos no saben qué hacer para mejorar su situación sino que tendremos que explicar a los más pequeños qué es lo que vamos a hacer en consulta y por qué estan allí. Esto es especialmente importante ya que el psicólogo es una figura que ellos y ellas desconocen y la manera de explicarlo cobra un papel muy importante a la hora de empezar un tratamiento psicológico.
En segundo lugar, padres y madres se ven en ocasiones incapaces de resolver determinadas situaciones y la terapia psicológica les permite desarrollar competencias para una adecuada gestión. Gestionar las emociones y el estrés que puede estar generando su situación es especialmente importante.
Por estos motivos en la terapia infantil se trabaja con padres, madres y menores.

TRABAJO CON EL NIÑO O NIÑA
Durante su infancia el niño o la niña va experimentando distintos cambios frutos del desarrollo vital. Es habitual que muestre comportamientos, actitudes o estilos de comunicación con su entorno que llamen la atención de sus familiares. El niño o niña también siente tristeza, alegría, frustración y demás emociones que aún no sabe manejar y en ocasiones no sabe cómo expresar.
Para trabajar las competencias emocionales y sociales del niño o niña se procura:
- Ayudarle en su crecimiento personal y potenciar su desarrollo evolutivo.
- Fomentar relaciones sociales y familiares saludables.
- Facilitar su autonomía y que adquiera un buen concepto de sí mismo.
- Dotarle de estrategias para resolver problemas.
- Facilitar su expresión emocional.

TRABAJO CON LA FAMILIA
El papel de padres y madres cobra especial relevancia en la terapia infantil. El trabajo que se hace dentro y fuera de sesión dota a padres y madres de herramientas para potenciar el cambio de sus hijos.
El trabajo que se haga con padres y madres irá encaminado a:
- Dotarles de herramientas de gestión de conflictos familiares.
- Entrenamiento en modificación de conducta.
- Hábitos saludables.
- Límites y normas de conducta.
Las características de cada familia y cada caso orientarán la intervención psicológica a realizar así como distintos aspectos que se tendrán en cuenta a lo largo del trabajo realizado.